domingo, 10 de mayo de 2009

Polémica por una sustancia tóxica presente en biberones y envases


"El ferbisol un compuesto que se utiliza en la vida cotidiana"

La difusión de sendos informes oficiales en Estados Unidos y Canadá, acerca de los efectos tóxicos de un componente de ciertos plásticos, desató una polémica entre la comunidad científica y los fabricantes, incluso en la Argentina. Entretanto, en tres hospitales porteños ya utilizan biberones de vidrio para la atención de recién nacidos. Tal como informó Clarín el 17 de abril, el Programa Nacional de Toxicología de los Estados Unidos dio a conocer las conclusiones elaboradas por un panel de expertos, que analizó los trabajos sobre los efectos del bisfenol A (BPA) en la salud. Al mismo tiempo, y tras revisar estudios propios y otras 150 investigaciones, el gobierno de Canadá anunció que desde 2009 prohibirá las biberones de plástico.
Sucede que los fetos, los bebés y los niños pequeños son los más vulnerables a la exposición, incluso a cantidades muy pequeñas de BPA: la evidencia científica, en animales de laboratorio, res palda "cierta preocupación" porque puede causar alteraciones en el cerebro, lesiones en próstata y mamas, y pubertad precoz.
El BPA se utiliza en la producción de policarbonatos -muchos de ellos, envases o recipientes de bebidas y alimentos-, y de resinas epoxi, que entre otros usos recubren el interior de las latas y de los toneles de vino, y endurecen los sellantes dentales.

Esos plásticos "están aprobados por la ANMAT, están dentro de su nivel de seguridad, y por lo tanto no hay ningún riesgo para la salud. En enero de 2007, la Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea (EFSA) dijo que no hay ningún riesgo en el uso de los policarbonatos, y aquí nos manejamos con los mismos valores", afirmó a Clarín el ingeniero Mario Tonelli, gerente técnico de Plastivida Argentina, asociación civil formada por los principales fabricantes de plásticos.

Según el Departamento de Evaluación Técnica del Instituto Nacional de Alimentos (INAL) de la ANMAT, el poliuretano que estará en contacto con alimentos no debe liberar más de 3 miligramos de BPA por kilo. El INAL lo verifica únicamente antes de aprobar la fabricación en serie.

En el INAL dijeron estar atentos a "lo que publican otras agencias. Estamos preocupados, y lo vamos a discutir entre los países del Mercosur, para ponernos de acuerdo", señaló la licenciada María Luz Martínez.

Pero son esos valores los que ahora están cuestionados, ya que se basan en estudios de toxicidad en ratas que tienen más de dos décadas. "En nuestras experiencias empleamos dosis mil veces menores", alerta Enrique Luque, director del Laboratorio de Endocrinología y Tumores Hormonodependientes de la Universidad Nacional del Litoral. Su equipo, formado por 18 profesionales, ha comprobado los efectos nocivos del BPA en animales, y esos trabajos fueron tenidos en cuenta para el informe de EE.UU.

En términos de alteración hormonal, diferentes dosis pueden activar o suprimir distintos ge nes, apunta el biólogo Frederick vom Saal, de la Universidad de Missouri, y uno de los principales especialistas en el tema. El panel de expertos indica que hacen falta más estudios para confirmar los efectos adversos de dosis mínimas de BPA en el desarrollo humano, pero no lo descarta.El informe señala una incidencia "insignificante" del bisfenol A en mortalidad fetal, malformaciones o bajo peso al nacer. En cuanto a sus efectos en adultos, los estudios son insuficientes, aunque podría afectar la fertilidad en hombres expuestos a altos niveles de BPA en su trabajo.
Las reacciones frente a los estudios científicos son diferentes. Si bien desde la Sociedad Argentina de Pediatría aún no hay posición al respecto, los servicios de Neonatología de tres hospitales porteños ya usan sólo biberones de vidrio.

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